jueves, 6 de agosto de 2009

Amor se escribe sin hache - Datos técnicos

AMOR SE ESCRIBE SIN H
(novela casi cosmopolita)


Escrita en 96 días en los siguientes lugares: Café Universal, Café Europeo, Café Varela, Café Castilla, Café Español, Café España, Cuevas del Hotel Nacional, Café Gijón, Café Recoletos, Granja del Henar, Negresco, Café de las Salesas, Savoia, Café Lisboa, Fonda de la estación de Cercedilla, Campamento de la Fuenfría, Vagón restaurant del correo de Barcelona, Vagón restaurant del expreso de Irún, Vagón de tercera del ligero de Segovia, Café Herrenhof y Café Sacher (Viena), Café Woer y Café Aschinger (Berlín), Café Dar Abbas (Constantinopla), Café Teofani (El Cairo), Bar Chumbica (Glorieta de Cuatro Caminos), Vagón restaurant de un rápido de la P.L.M., Vagón de tercera de un corto de Guadalajara, Café Kutz, Café Oriental, Cervecería Millares y Domicilio del autor.
Terminada el 29 de septiembre de 1928.

Intención de la obra:
Es su primera novela importante. La concibió para burlarse de las novelas de amor de su época, que infectaban las estanterías de las librerías. Al igual que hizo Cervantes con el Quijote, Jardiel pretende ridiculizar toda esa literatura pseudo-pornográfica a través de la parodia del género.

La novela finaliza con la explicación del título de la obra. Según Jardiel, todas las palabras impor­tantes se escriben con “h” como hijo, honra, heroico, hambre, hombre, etc. y si el amor se escribe sin hache, es porque no se trata de algo importante.

Argumento: Narra las aventuras de Elías Pérez Seltz y lady Brums.

Lady Brums es una señorita muy hermosa e imponente a la que le gusta ser infiel a los hombres con los que se une sentimentalmente. A los diecisiete años se casa con un hombre muy anciano que al morir le deja una gran herencia. Después se casa con otro que al descubrir que ella le era infiel se suicida. Más tarde se casa con Francisco de Arencibia a quien le importa lo más mínimo con quién se acueste su mujer, es más, le pide el nombre de sus amantes para escribirles una carta en la que les da un cordial saludo.
Entonces aparece en escena don Elías Pérez Seltz (alias “Zambombo”). La señorita Brums viendo que su marido no se inmuta por sus amantes y que ella cada vez tiene menos, mira en la guía telefónica y encuentra a Zambombo y le explica la historia. Zambombo se queda cautivado y va a ver a Arencibia para decirle que se lleva a su mujer, pero Arencibia no acepta. En una segunda entrevista se retan en duelo y cómicamente no muere ninguno de los dos. Finalmente Arencibia acepta a que Zambombo se vaya con su mujer pero le dice que tenga cuidado con ella porque le hará sufrir.
Los primeros días le va bien a Zambombo pero más tarde Lady Brums empieza a aburrirse pues quiere que su amante haga cosas originales. Zambombo se quiebra la cabeza buscando ideas, que pronto se le acaban... Finalmente Lady Brums se fuga con otro amante y Zambombo se queda sólo y comienzan a asquearle todas las cosas. Entonces un día se encuentra con su amigo Fermín, que había dejado de ser chofer porque había heredado siete millones de pesetas. Fermín, como no sabe qué hacer con tanto dinero, le da tres millones y Zambombo le da las gracias muy ilusionado.


Estructura:

Dedicatoria / Ruego al lector / 8.986 palabras a manera de prólogo / Apéndice breve / Nota importante // Libro 1º: Terceto. El marido, la mujer y el amante (6 capítulos) / Libro 2º: Dúo. La mujer y el amante (5 capítulos) / Libro 3º: Romanza. El amante (2 capítulos) / Nota / Apéndice.

Personajes principales:
Sylvia Brums: Joven vanidosa y trotamundos, con mentalidad de heroína y que ha tenido muchos amantes. Siente un pavor espantoso a aburrirse.
Zambombo: Elías Pérez Seltz, hombre ingenuo que se enamora de Sylvia.
Paco Arencibia: Tercer esposo de Sylvia, que se sabe engañado por ésta, que acaba por hacer amistad con Zambombo.
Doctor Flagg: Individuo de enorme vientre y vestido siempre de color kaki, que miente sistemáticamente aunque resulta tremendamente divertido.
Fermín: Amigo de la infancia de Zambombo.

Publicaciones:
- Biblioteca Nueva, (col. Grandes novelas humorísticas), enero de 1929, sep 1929, 1933, 1934, 1938, 1939, 1940
-Biblioteca Nueva, (prólogo de Rafael Conte), 1997
- Obras completas, AHR, México 1958, Barcelona 1960, 1963, 1965, 1969, 1970, 1973
- AHR, col. Cuatro al año, Barcelona, 1964, 1968
- Obras selectas, Carroggio, Barcelona, 1971, 1973.
- Círculo de Lectores, Barcelona, 1973.
- Planeta, Barcelona, 1979.
- Mundo Actual de Ediciones (Discolibro), 1981.
- Plaza y Janés (col. Al monigote de papel), 1982.
- Cátedra (col. Letras Hispánicas), ed. de Roberto Pérez, 1990, 1996
- El Mundo, (col. Las 100 mejores novelas en castellano del siglo XX), ed. Yolanda García Serrano, 14 de julio de 2001

Traducciones:
- Inglés: Love in writen without an H
- Francés: On ecrit amour sans H
- Italiano: Carlo Boselli y Giuseppe Bottoni, ed. Bottoni, 1930.
- Portugués: Manuel Neves, ed. Seculo, Lisboa, 1943.
“ : Ramalho Vecchi, ed. Vecchi, Rio de Janeiro, 1943


LA CRÍTICA HA DICHO:

Amor se escribe sin hache hace mofa de las novelas de amor. El humor de Jardiel todavía no está a su máximo, pero empiezan a dibujarse los rasgos principales: escenas subidas de tono (para los '30s), mujeres desvergonzadas, diálogos cáusticos pero muy inteligentes,... pero sobre todo, la originalidad. En el epílogo, por ejemplo, escribe críticas de ese mismo libro tal y como las habrían escrito autores famosos de la España de sus tiempos: Azorín, Benavente, etc.

(Marqués de Moraclara)

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El autor se propuso escribir una novela de amor en broma; de esa manera no se alejaría del género que más éxito tenía en esa época: las novelas de amor, y tampoco perdería su capacidad para inventar situaciones disparatadas.
Rodeado del bullicio de un café, pues siempre escribía en lugares concurridos para ais­larse en su mundo interior, creó a Lady Sylvia Brums de Arencibia y Elías Pérez Seltz (Zambombo), los prota­go­nistas de Amor..., con los que nos hace recorrer un mundo real pero plagado de situa­ciones imaginativas y casi surrealistas. [...]
Humor y erotismo van unidos de la mano a lo largo de las más de 300 páginas de que consta la novela. Ya desde el inicio, cuando conocemos a Lady Sylvia, se la presenta como una mujer que después de caer en brazos del jardinero, ama a toda la servidumbre que se afeitaba y vivía en el castillo. […] Cuando presenta a Zambombo, el autor dice en un momento que el hombre re­fle­xionó, cosa que hacía hasta tres o cuatro veces al año. Y cuando cuenta los amores que ha tenido, no hay desperdicio en las descripciones y situaciones en que sucedieron tales historias, desde Luisita, la muchacha novelesca, a Manolita, la amada mística. Y por un error (Jardiel diría que porque a él le dio la gana), Sylvia y Zambombo se ven envueltos en un recorrido por París, Rotterdam, Londres y una isla desierta, tratando uno de que la otra no se aburra y desesperado el hombre por recuperar el amor de esa mujer que le vuelve loco.
Si a algo nos acostumbra Jardiel con sus escritos es a no recibir lo que se esperaría de una persona vulgar y corriente. Su facilidad para distraer al lector se hace ostensible desde la pri­mera página. [...] A lo largo de Amor... vuelve a dirigirse al lector para que tenga constancia de que no le ha dejado de la mano. Alguno de los recursos inventados por el novelista están en forma de asterisco, indicando a pie de página aclaraciones de lo más originales. También hay dibujos a lo largo del relato, así como demostraciones de la cultura del autor.
Y no se cansa Jardiel de inventar, pues al final de la novela él mismo escribe las su­puestas opi­niones que el libro merecería a algunos personajes ilustres. De la primera a la última página encontramos a un autor original, algo a lo que no estamos acostum­bra­dos los lectores de a pie. Claro, que una esperanza del autor es encontrar lectores inte­ligentes.
La dedicatoria a «la maravillosa y exquisita Nez-en-l'air, cuyo perfume predilecto com­pré muchas veces...» se refiere al amor de su vida, Josefina Peñalver, una mujer her­mosa que se había separado de su marido al nacer el hijo de ambos y que luego se se­pararía de Jardiel al nacer Evangelina, la hija que tuvieron en común. La niña quedó con su padre, al igual que el primer hijo de Josefina. La mujer repitió la historia por tercera vez al abandonar a su tercer hombre y a su tercer hijo. Seguramente, al abandonar a Jardiel se llevó con ella un trozo de su corazón y como el mismo autor confiesa, cuando lo entregó le rompieron un pedazo y lo necesitaba entero para la metódica circulación de su sangre.

(Yolanda García Serrano)

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